Papel en blanco

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Cuack!

Incómoda hipocresía.
Tengo en la cara la sonrisa más tonta, amplia y falsa de todas las que han podido quedar en constancia en la Tierra.
Me encanta todo el mundo y por ello he de servirles, a todos y cada uno, según lo que les apetezca. Pidan el infinito, que lo conseguiré.
Y enterito para vosotros.
Si quieren pisotear, tranquilos, pues seré la alfombra por la que pasen sus pies para que así no tengan que ensuciarse ni tan siquiera la suela del zapato.
Déjenme, también, allanar la zona por la cual decidan pasar y que así no tengan que encontrarse con el mínimo obstáculo que sería un escalón. Además, si estuvieren preparando un contraataque, o un avasallamiento permítanme el honor de ser su primer y más leal apoyo. Seré el perro que guíe a las ovejas para que se unan a su rebaño sin dejarme a nadie, preocupándome porque nadie se oponga, toda postura contraria sería totalmente subsanada por su más fiel aliado que nunca, y repito, nunca sería capaz de llevarles la contraria.
Mis líderes. Mis Dioses. Todo y más por ustedes.
Me enfrentaría a cualquier condena o castigo con tal de salvarles y librarles de ello, y créanme, lo haría por muy duro que fuese. Hasta el más mínimo detalle tendría en cuenta y si algo más os complaciera, con gusto por supuesto, lo obtendría o lo realizaría.
He aquí finaliza mi carta de presentación, deseo que les guste para tener el beneplácito de cumplir sus caprichos.
Con sinceridad y absoluto sarcasmo, me despido.
Una sirvienta del mundo de Yupii.
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Mmm... Tú.



Mi más preciado y querido desconocido.
Mi más grata sorpresa.
Mi extraño preferido.


Navegaba por la búsqueda de un mar de asombrosas lucecitas, un océano pleno de letras, preguntas y respuestas. Estaba ausente, un destello que cada vez era más difícil de encontrar pues se estaba apagando.
Poco a poco no se detectaba su presencia, poco a poco iba perdiendo fuerza, separándose de la corriente que le distorsionaba para hacer que regresara pero no funcionaba.
El pequeño brillo parecía imposible ser hallado, de nuevo.
Nadie preguntaba ni tan siquiera perdía un momento en recordarle. Simplemente, parecía haberse desvanecido. Sin embargo, tampoco nadie le había echado sólo...
Siguió un camino diferente pero aún así era paralelo. Distintos detalles, mas las diferencias eran mínimas, el camino tal y como se bifurcaba también se entrecruzaba. Un instante fugaz, una circunstancia idónea y el asombro afloró con una inesperada aparición.
El destello no había dejado de brillar, nunca. Tan sólo necesitaba un período innovador, diferente. En busca de una luna encontró un sol. En busca de algo concreto se topó con la abstracción. En vez de hallar respuestas, abrió interrogantes. En vez de la calma descubrió la locura.
Lo más desconcertante era que le había fascinado aunque en un principio no lo deseaba, pues pretendía, además de elegir un extraordinario recorrido, deleitarse con la esencia de una insólita y original realidad. Ansiaba algo llamativo.
Tras vagar durante un tiempo descubrió que había evolucionado y todo en lo que había recapacitado anteriormente ahora se le mostraba distante, casi indiferente. Ya era consciente de las modificaciones efectuadas. Y era feliz con ello pues al final de todo lo inesperado era aquello que estaba buscando.


Y parecía haberlo encontrado.

Multitud.

El sol resplandeciente en una mañana de verano en la que el cielo estaba completamente despejado, y miles de personas caminando para llegar a su destino por una de las calles más transitadas del mundo. Nadie se fija en los pequeños detalles que componen la situación, un gato intentando subir al balcón del segundo piso de un edificio, un perro buscando comida entre los contenedores de basura que están en la parte trasera de un restaurante al que acuden personas muy ocupadas por sus respectivos trabajos; una hoja que cae de un árbol...
Sin embargo, todas son conscientes del tráfico que hay en la carretera y del atasco que se ha formado, incluso se darían cuenta de un accidente, si éste se produjera.
Cada uno está tan ensimismado que no echan un vistazo a su alrededor y así poder ver que no son los únicos, que existen más seres humanos que pueden sentirse como ellos pero prefieren ocuparse de sí mismos y llegar a conseguir sus objetivos, sin ayuda, sólo la necesaria que es buscada de cualquier forma, fuere como fuere, llegando a hacer daño si es la manera de lograrlo. Daño, y más daño, herida tras herida que quizás sea el tiempo quien las cicatrice.
Siguen avanzando en aquella calle, sin pensar en nada más, aunque observando detenidamente desde una perspectiva que se encuentre lo suficientemente alejada y permita una visualización de toda la zona se puede hallar a una minoría de personas, tres, cuatro o quizás cinco, cada una en un extremo distinto, aun así, ellas tenían un punto en común, pues hacían lo mismo: estar paradas.
Ahora es el momento en el que el paisaje adquiere una menor relevancia pasando los pensamientos de los 'protagonistas' a tener una importancia mayor. Todos piensan lo mismo: qué deben o deberían hacer.
Cuentan con varias opciones: seguir hacia delante y así hacer lo que tenían previsto sin cuestionarlo; volver sobre sus pasos y dar marcha atrás para intentar hacer las cosas de una forma diferente; quedarse paradas y así llegar a ser aplastadas por quienes no miran a su alrededor; ir sin rumbo fijo descubriendo nuevos caminos o ver qué les toca vivir y experimentar cambios inesperados mientras lo cuestionan todo.
La decisión elegida podrá marcar el inicio de otra vida con pocos cambios añadidos; el mantenimiento de la misma; o el fin de la que tenían para comenzar de nuevo, desde cero. Las elecciones que vayan tomando les llevarán a un hecho u otro. Suerte..
La indecisión y la inseguridad no sirven de mucho en estas circunstancias, bien pueden servir para salir de la rutina con una simple pregunta y una complicada respuesta.

Esbozos de un alma hecha a trazos I.

16-Julio-2010

Todo tiene un comienzo, es discutible que el de este fuera el 17 de noviembre.
Quizás todo estuviera planeado, o no, sin embargo, en su momento tuvo un valor incalculabe a largo plazo. Ahora, es diferente. Creció.

Palabras.


Que no significan nada.
Que no expresan lo suficiente.
Al fin y al cabo lo único que cuenta son los hechos. Las palabras, promesas... sino se cumplen se quedan en nada. Vacías de significado, sin sentimiento alguno.
Todas, incluso aquellas que parecen ser especiales de por sí, cuando se dicen demasiadas veces y aleatoriamente acaban por desgastarse. ¿Acaso nadie dijo que las apariencias engañan? Y mucho.
Recorriendo todas las palabras que pasan ahora por la mente, buscando alguna que sólo tenga una interpretación, se puede afirmar que no se encuentra, o quizás haya que buscarla más detenidamente. Pero, a estas alturas hasta la más especial de las expresiones sabe a nada y probablemente la considerada más insignificante cuando se pronuncia con sinceridad, no está vacía.
Ese toque que se busca, distintivo, que llega a identificar algo verdaderamente con sustancia. Algo que suene relevante, sin importar las letras, las palabras que lo formen, pero, por favor, una mera expresión que tenga valor y que muestre ese toque especial, característico con el que manifestar la trascendencia del sentimiento sincero que se pretenda exteriorizar.
Si no se malgastaran no habría ningún problema, sin embargo, siempre hay cosas que se dicen de más. Tal vez, lo mejor podría ser dejar de mencionarlas y así que vuelvan a tener su significado propio.

[Últimamente se quiere demasiado.]

Imperfección.



Un rayo de sol iluminana su cara, lentamente se apartaba su cabello con tl de mostrarse al mundo. Una brisa de viento revolvió su melena tapándole la cara. Fue entonces cuando su intención de brillar se desvaneció.- Espera, no te impacientes, aún es pronto - le susurraba una vocecita en su cabeza.

-Mientes. La oportunidad se esfumó y eres tan retorcida que quieres intentar hacerme creer lo contrario.
*¿Cómo eres capaz de decirme eso? ¿Cómo puedes llegar a ser tan egoísta? Tan sólo quiero lo mejor para ti, para las dos.
-¡Deja de hablar!
*¿Por qué esos esfuerzos inútiles de apartarte de la realidad en la que te envuelves?
-¿Pero qué dices? ¡Para ya!
*¿Duele? ¿Cómo puede dolerte algo que no te ha importado jamás?
-Te desvías del tema. No hablamos sobre lo que me importa o dejó de hacerlo, sino de que he perdido mi momento y no llegará de nuevo, y tú, cabezota, te empeñas en persuadirme de que no es así.
*Lo único que pretendía aclararte era que no puedes permitir que cualquier cosa te quite las esperanzas, incluso la posibilidad de alcanzar lo que quieres. Tú puedes.
-Te equivocas. Un error tras otro fracaso no lleva a nada.
*¿De veras lo crees? Puede que tu triunfo sea después de un gran batacazo y de esta forma es como merecerá la pena.
Lo fácil no siempre es la mejor opción. Arriésgate a por todo.
-¿Y si me pierdo en el camino..?
*La pregunta es: ¿Y si lo logras? Deja de especular y actúa. Sólo así podrás comprobarlo.
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