Papel en blanco

Open 24 hours

De películas.


Decidimos despejar la mirada el uno del otro, dejar de existir entre nosotros, un año, quizás más, quizás fueron tres y el tiempo se detuvo, manteniéndonos en unas burbujas separadas, del ruido incluso. No nos hemos dado cuenta, pero, has de saber que eché de menos ese cariño incondicional, esa relación tan curiosa que nos hacía especiales, apartándonos del resto. Esos despertares sabiendo que nada tenía que cambiar, aunque se anunciara que llegaría el punto y final, punto y aparte, también. Prometimos demasiado, ¿no crees? Y ninguno hicimos nada por recuperarlo, dejar que el reloj contara los minutos no fue la mejor opción, pero fue lo que elegimos.
Ahora, nos detenemos, uno frente al otro, en una calle desconocida de un lugar nuevo, ya no nos conocemos. Sabes que hay algo, una persona que te resulta más cercana de lo normal.
-Perdona, llego tarde.
-¿Adónde vas? Lo siento por la intrusión pero creo que te conozco.
-¿Tú?
Chico, creo que te equivocas de persona, si no te importa, he de seguir que voy con retraso.
La casualidad nunca ha estado de más, puede que ahora sea el momento, pero no recordaba que tu voz fuera así, ha cambiado mucho, tú también. Y ahora somos personas distintas, que se encuentran en una calle y no son capaces de reconocerse. Todo tan bonito y ahora tan triste.
-¿Esperas a alguien?
-
No, espero algo, una señal que me diga tu nombre, porque me suena, pero no me sale.
-
Te habrás equivocado, te vuelvo a repetir. ¿Llevas aquí cuatro horas?
-¿Tanto? Pues sí, eso parece...
-
¿Te apetece tomar un café? Así me puedes decir quién eres.
-Vayamos, pero te lo diré cuando hayamos terminado el café.

Se habían encontrado, él ya la conocía, sólo dejaría que ella imaginara durante un par de horas una historia de la que no se creería la protagonista.

0 apreciaciones:

Publicar un comentario

Ĭ